7 de junio Día del Periodista

7 de junio Día del Periodista

Alguna vez conté que yo quería ser ingeniera nuclear. Estaba preparando física y matemática para rendir el examen de ingreso a la facultad, cuando estalló la guerra de Malvinas. Entonces así, de un día para otro, en una de esas madrugadas en que me quedaba escuchando la radio para saber si iban a bombardear Buenos Aires, decidí estudiar periodismo.

Y así también salí a la calle, a protestar contra la dictadura. Todo junto. Porque para mí descubrir la política y amar el periodismo vinieron de la mano. Porque eran dos maneras de intervenir en el debate público, dos formas de construir democracia, dos compromisos, desde lugares diferentes pero que se cruzaban, con el futuro personal y colectivo.

Soy afortunada, y en ese camino me formaron maestros como Jacobo Timerman y Horacio Verbitsky, me arroparon con sus decires Juan Gelman y Tomás Eloy Martínez, me rigureó con su pasión por el oficio el negro Pasquini Durán. Todos me enseñaron que el periodismo es en definitiva, siempre, un viaje, cruzar la frontera, buscar el sentido universal de aquello que vemos diminuto. Me enseñaron a no tomar por ordinario lo que es extraordinario, a no acostumbrarme nunca, a nada. A seguir teniendo la curiosidad de aquellos hombres que en los primeros tiempos se sentaban a la luz de la fogata a contarse historias.

Un día decidí que ya era tiempo de dejar de contar la realidad, y sumergirme a transformarla.

Si quieren saberlo, es un camino mucho más difícil, mucho menos placentero. Mucho más arbitrario y más expuesto. Pero infinitamente más enorme cuando votás esa ley que le cambia la vida a una persona, cuando apoyás el proyecto de país que le cambia la vida a millones.

Este día del periodista me encuentra combinando mis dos grandes pasiones, rodeada de colegas, rodeada de compañeros que queremos cambiar la vida de las y los argentinos, que soñamos con cambiar el mundo.

Porque de todo lo recorrido hasta acá, lo que más me enseñó, lo que más me marcó, lo que más me define, fueron sin dudas esas tardes en el altillo de la Escuela de Periodismo de La Plata, en que tipeando stenciles y mecanografiando apuntes, fundamos la agrupación Rodolfo Walsh y esta chica de Punta Alta decubrió para siempre que no hay sensación más bella que la de saberse parte de un sueño colectivo. Feliz día a los compañeros de lucha, a los amigos, a los colegas, a los estudiantes. A seguir, siempre a seguir.

 



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