Intervención en el Encuentro Internacional Feminista

Intervención en el Encuentro Internacional Feminista

Hablemos del recorrido feminista que hemos hecho en estos años en Latinoamérica que, efectivamente, ha avanzado y ha crecido mucho. Argentina tiene una cantidad de leyes importantísimas como, la Ley de Matrimonio Igualitario, Identidad de Género, del Aborto, y del Cupo trans. Todas leyes que fuimos impulsando no solo desde el movimiento feminista, sino de todos, todas y todes compañeres, transformando en lucha el lugar que nos negaron. Con esa idea central de transformar en lucha el amor que nos negaron, fuimos construyendo leyes que ahora hay que hacerlas efectivas, porque el camino de construcción de la ley es uno, pero el camino de que se cumpla es otro. Y en el camino de que se cumpla la ley, las batallas a veces son tan fuertes y son tan feroces como también hasta llegar a esa sanción.

 

Recuerdo muy bien, cuando logramos festejar en las calles en diciembre del 2020, en plena pandemia, la sanción de la ley de IVE, pero esa victoria, la empezamos a construir en el 2018 cuando perdimos. En el 2018 luego de la media sanción de la ley en la Cámara de Diputados, en una noche larguísima de lluvia, con las compañeras peleando en la calle y llorando en la calle, lloramos juntas cuando perdimos la ley. Y ese llanto, de esa noche de agosto del 2018, fue el inicio del triunfo del 2020. Porque de las derrotas aprendemos, porque las derrotas las convertimos en victorias, porque si hay algo que tiene el movimiento feminista es la persistencia, somos obcecadas, persistentes y vamos a dar las batallas una y otra vez, las veces que sean necesarias. Rebotamos y volvemos, caemos y sigue otra, hay una mano que nos levanta, eso es la sororidad y eso es lo que estamos haciendo.

 

Estas leyes son sin duda emblemáticas porque tienen que ver con el deseo, pero hay otra cantidad de leyes ina que tienen un profundo sentido económico, entonces ahí las discusiones son mucho más fuertes.

 

Todas estas son leyes donde lo que se está disputando es el poder económico y yo creo que, la mayor disputa de poder económico y, por eso nos cuesta tanto, es la Ley de Cuidados, porque encierra una cantidad de cosas simbólicas y reales. Nosotras hemos sido la mano de obra que sostuvo este sistema en los últimos 200 años, entonces, cuando queremos salir de la cocina y del dormitorio, de la historia de nuestras casas, es cuando empieza el poder de verdad a ponernos trabas.

 

En Latinoamérica, cuando una lucha empieza a descansar un poco porque acaba de lograr un objetivo, aparece la marea verde en otro país. Vamos sumando marea tras marea acompañándonos y haciéndonos sentir que el pañuelo verde, se va extendiendo a lo largo y ancho de todo el mundo como un símbolo de lucha, no solamente de lucha por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito, sino también de lucha por una elección de vida.

 

En el debate del aborto lo que estábamos discutiendo era que las mujeres podían elegir su vida según su deseo, y en ese deseo y en esa vida podían elegir un día abortar, o un día no tener hijos, y esos deseos eran igual de importantes, y se iban construyendo mutuamente.

 

Un aporte enorme que el feminismo ha hecho es darle el verdadero sentido a algunas palabras. El feminismo puso el deseo en el centro de la escena, y desear pasó a ser un montón de cosas, desear no es lo mismo que querer, no se desea en soledad, se desea en comunidad, se desea buscando al otro, se desea en red, se desea en construcción, y desear es un verbo profundamente trasformador y profundamente potente.

 

Yo creo que estamos poniendo otro verbo en el centro de la escena, que va a tener, el verbo consentir. Consentir muchachos no es la respuesta, consentir es la pregunta, es la pregunta que nos hacemos cuando queremos tener capacidad de decidir qué mundo queremos habitar, qué vida queremos tener. Consentir no se refiere al acto sexual, consentir no está puesto ahí solamente para la cama, o para la habitación, o para el mundo en intimidad, consentir es un verbo profundamente político y profundamente público. Nosotres queremos habitar nuestro consentir, estamos diciendo un montón de cosas cuando decimos que consentimos, estamos diciendo cómo nos van a narrar, cómo queremos que nos narren, cómo nos vamos a plantar en el medio de la escena, de qué manera queremos plantarnos en el medio de la escena, cuál es nuestra relación con otras, otros y otres.

 

Entonces, cuando hablamos de consentir, hablamos de solo sí es sí, es cierto, pero hablamos también de otra cantidad de cosas, hablamos de si vamos a consentir o no que la guerra la definan algunos y que nosotros no estemos en esa discusión. Nosotres ya aprendimos a desear lo que queremos, ahora aprendamos a consentir lo que queremos y lo que producimos, y habitar el consentir con toda nuestra potencia feminista.

 

Intervención en el Encuentro Internacional Feminista, 24 de febrero 2023, Madrid.

 



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