Venta de Costa Salguero: la diputada Gabriela Cerruti denunció al Gobierno porteño

La diputada del Frente de Todos, Gabriela Cerruti, presentó una demanda contra el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires por la puesta en venta de los terrenos públicos en Costa Salguero y Punta Carrasco para el desarrollo urbanístico. La Ley fue aprobada durante la última sesión legislativa del año pasado. Una sesión en la que, según indica el escrito, «el oficialismo porteño y sus aliados contaban con la mayoría agravada automática para sancionar a discreción proyectos que tiene por objeto la privatización de lo público».

La denuncia presentada por Cerruti (y firmada por el presidente del Observatorio del Derecho a la Ciudad, Jonatan Baldiviezo, y la integrante de la Red de Abogadas Feministas, Alejandra Iriarte) afirma que «la medida pone en jaque los derechos de les porteñes y de todas las personas que quieran pasean por la Ciudad». A su vez, denuncian que la Ley sancionada es «inconstitucional, violatoria del Plan Urbano Ambiental y regresiva en materia ambiental». “Queremos pedir su nulidad y su inconstitucionalidad. La Ley incumplió procedimientos legales que se establecen en nuestra Constitución como la participación ciudadana», indicó Jonatan Baldiviezo.

El 5 de diciembre, la Legislatura de la Ciudad aprobó la venta de los terrenos públicos donde se ubican los complejos de Costa Salguero y Punta Carrasco. Se trata de un total de 23 hectáreas ubicadas frente al Río de la Plata. La ley establece que al menos el 65 por ciento de la superficie del conjunto estará destinada a la generación de espacios verdes parquizados mientras que el otro 35 por ciento será para residencias que no podrán superar los cuatro pisos de altura. La semana pasada, sin embargo, Cerruti advirtió que aquel era «un viejo truco» para generar un negocio inmobiliario solapado. «Siempre dicen lo mismo y después te contabilizan como espacios verde los patios y las calles», aseguró a PáginaI12 en ese momento.

«Necesitamos terminar con la hipocresía del macrismo que se autodefine como un movimiento verde, cuando en realidad lo único que hace es convertir los espacios públicos y verdes en negocios inmobiliarios», finalizó la diputada nacional.

La nota en Página 12