Visité a Milagro Sala internada en la Clínica Los Cardales

Visité a Milagro Sala internada en la Clínica Los Cardales

El portón de la Cárcel de Mujeres de Alto Comedero es un pasaje al pasado. O al futuro. Un listado habilita el paso autorizado por el juez. Vuela el polvo seco del mediodía tórrido. ¿Cuarenta grados? “Póngase la campera, señora”. No se puede entrar sin mangas al penal. Como en las viejas iglesias pre conciliares el reglamento manda: ni calzas, ni hombros al aire. Ya me había sacado el corpiño en la vereda, porque los aros de alambre tampoco están permitidos.
“¡Salaaaaaa!” grita la oficial, aferrada a la reja.
La Flaca se asoma al final del pasillo. Y sonríe. Nunca nadie tan diminuto pudo ser tan enorme.
-La interna Sala.
-La compañera Sala.
-No señora, acá no está permitido usar títulos.
Compañera Milagro Sala. La Flaca. Presa política del gobierno de Mauricio Macri y Gerardo Morales. Líder de la organización social que empoderó a los pobres y los desposeídos de las tierras altas, de la Puna y la precordillera. Negra, india, mujer y pobre.
Escribía esto en el 2017 cuando la visité en la prisión de Alto Comedero, y volví a recordarlo ayer.
La prisión injusta de Milagro es una herida de nuestra democracia que debemos resolver.
#LiberenAMilagros



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